De Alexandra Galceran y Felix Marchand
El hall de un edificio es un espacio común que nunca llega a ser del todo común. Todos los edificios tienen un hall, como por obligación. Está ahí, la gente no le presta atención. Sus muebles y cuadros son feos y están como nuevos, no se gastan y nunca se renuevan. O son lindos, da igual, no se usan. Quizá algún delivery se siente en ese sillón, incómodo y con culpa. El único ser que habita el hall es el portero, pero probablemente nunca se sentó en el sillón. En él conviven los muebles y las historias de los vecinos. Es el alma del hall y la memoria del edificio.
Dirección y performance: Alexandra Galceran y Felix Marchand
Música y performance: Salva García